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viernes, 19 de febrero de 2010

PARA QUE USTED LO CREA

La hora de la verdad
Etiquetas: actualidad, ciencia, curiosidades, ocio, vivir
Recuerdo cuando me tragué el primer chicle: venía acostada en el asiento trasero del coche de mamá (cuando no era obligatorio llevar cinturón, al grado de que el coche de mi madre no tenía cinturones atrás) y entre un despiste y un movimiento brusco, terminé por dejar pasar esa pequeña masa pegajosa y ya sin sabor hasta mi estómago. Me asusté. Recordé esa frase: “El chicle tarda 7 años en digerirse y se te pegará en los intestinos” y me entró un impulso por llegar a casa y anotar la fecha para asegurarme de que en siete años ese chicle dejara de habitar mi sistema. Mi edad: 4 años. Hoy logro entender que el producto de mi miedo no fue más que un artilugio de mi madre para evitar que dañase mis dientes comiendo tantos chicles y lo confundí con sabiduría popular. Funcionó…
Un ejemplo entre tantos, sin embargo, esto de la sabiduría popular es poderoso y nos envuelve más de lo que nos damos cuenta y cuando comienzas a cuestionarlo no sabes si se trata de un delirio humano de conspiración (o de gran hermano), o simple ingenuidad transmitida. Aprovechando el recuerdo de ese chicle que ya no me provoca pesadillas, parece buen momento para hacer una lista con algunos de estos mitos actuales y su realidad.
Mitos de los alimentos
Si te creías que una manzana sustituye al cepillo dental o te has comido un helado con la idea de que ayudará a tu digestión, piénsatelo dos veces.
Comer una manzana limpiará tus dientes es falso, pero es verdad que su bajo contenido en azúcar conlleva a una menor formación de microorganismos en tu boca.
Un granizado de limón como postre ayuda a la función vesicular por las propiedades del cítrico, pero un helado de chocolate es sólo un gusto adquirido.
Creer que la remolacha engorda no es verdad. En realidad no tiene más azúcar que una zanahoria o una calabaza, pero se ha confundido con la “remolacha azucarera” que no es comestible.
La mantequilla engorda más que la margarina es del todo falso. La diferencia entre ambas está en su origen, ya que la primera está hecha de leche emulsionada, y la segunda de grasas vegetales (como semillas), pero el nivel calórico de ambas es casi el mismo y deben consumirse con la misma moderación.
El agua adelgaza es una idea completamente falsa. Es decir, el agua, en sí misma,no hace que adelgaces. Lo que es cierto es que llena el estómago, provocando saciedad, con lo cual comas menos.
Los alimentos integrales adelgazan parece una idea extendida, sin embargo mal interpretada. Los cereales integrales mantienen intacto el grano, tienen más fibra, los masticamos más y cuesta más trabajo digerirlos, pero al igual que el agua evocan una mayor sensación de saciedad.
Mitos de la salud
De los alimentos a la salud general del cuerpo, que no es lo mismo pero deriva en paralelos, y es que la relación de las zanahorias podrán aportar vitamina A, buena para la vista, pero leer con poca luz no es tan dañino como creíamos, y la fama de tomar dos litros de agua no es precisamente una ciencia exacta.
Comer de noche engorda se ha convertido en una idea que acompaña a la obesidad, pero no es relativamente cierta. Expertos aseguran que engordamos porque ingerimos más calorías de las que consumimos, por lo cual la almacenamos en forma de grasa en el cuerpo, así que si el estómago te ruge a las 2 de la mañana se trata de hambre y no de más kilos en la báscula.
Leer con poca luz daña los ojos nos ha llevado a que nos aseguremos de crear un ambiente iluminado siempre que queremos abrir un libro. Sin embargo es mentira que dañe los ojos, al menos de forma permanente. Al leer con poca luz forzamos la vista y los ojos se fatigan, pero así como un maratón nos deja fatigados, un descanso sirve para recuperar las fuerzas.





Los antojos “los pide el cuerpo” es cierto y es falso. En determinadas situaciones el cuerpo puede “pedir” agua o azúcar, pero no pide un chocolate, un helado o un paquete de galletas. Así que ese argumento de que te comiste la barra de chocolate entera por antojo del cuerpo…
Un disgusto vuelve el pelo blanco de repente. Vayamos por partes. Se ha relacionado la aparición de algunas canas con el estrés, pero las canas no aparecen repentinamente. Los “manchones” de canas en el pelo derivan de una condición llamada alopecia areata que forma espacios en la cabeza sin pelo y mientras se desarolla lo van blanqueando. Sin embargo recuerda que las canas no “aparecen”, sino que van creciendo.
Hay que tomar 2 litros de agua al día es lo que nos han recomendado nutricionistas, dietistas y nuestras amistades. Lo que en realidad se recomienda es tomar un mililitro de agua por cada caloría consumida, pero gran parte de esta agua ya está en los alimentos, en el café, el té, la leche…
Mitos de la ciencia/tecnología
No pude dejarlos fuera, y es que esta costumbre de prohibir el uso del móvil en una gasolinera o creerse que un rayo no cae dos veces en el mismo sitio están tan difundidos que, en el caso del primero, hasta puedes encontrarte señales que te prohíban hablar por el móvil en las estaciones de servicio.
El agua corre en sentido contrario en el hemisferio sur. A pesar de que se tiene la creencia de que por el efecto Coriolis en el hemisferio Norte y en el Sur el agua corra en direcciones opuestas, está demostrado que este efecto (rotación de la tierra) no tiene repercursión en el giro del agua, por ser demasiado débil. Este giro depende de la dirección en la que se introduce el agua, es decir del diseño del inodoro y la fuerza del agua. Se ha comprobado que el agua puede caer en ambos sentido en un mismo hemisferio.
Un rayo no cae dos veces en el mismo sitio. Comencemos recordando la existencia de los pararrayos y con el dato de que el Empire State de NY recibe un promedio de 25 rayos en un año… Dicho esto hemos desmentido el mito. Los rayos caen en cualquier sitio que tenga una carga electromagnética, pero gustan de lugares más altos, de ahí que los pararrayos funcionen.
Los móviles provocan explosiones en gasolineras. Exista una teoría generalizada de que la señal de los móviles puede generar una explosión o detonar dispositivos con este fin. Los móviles transmiten una frecuencia de radio MUY baja, por debajo de un vatio, la cual no es suficiente para provocar la explosión de ningún tipo de aparato electrónico. (Dato curioso: la batería de un automóvil sí cuenta con suficiente energía para provocar una explosión.)
Dicho esto, y con la verdad al aire, ¿Qué otros mitos de sabiduría popular conoces o has escuchado?

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